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Biomarcadores tempranos en nefropatía diabética tipo 1

Biomarcadores tempranos en nefropatía diabética tipo 1

Por Dr. Luis Maita

 

La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que, si no se maneja adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves y devastadoras. Una de las más preocupantes es la nefropatía diabética, un daño progresivo a los riñones que, con el tiempo, puede culminar en insuficiencia renal y la necesidad de diálisis o un trasplante.

Pero, ¿y si pudiéramos detectar este daño mucho antes, incluso antes de que los síntomas sean evidentes? Aquí es donde entran en juego los biomarcadores tempranos, de los cuales estaremos hablando.

En qué consiste la Nefropatía Diabética Tipo 1

Los riñones son órganos vitales que actúan como el sistema de filtración del cuerpo. Contienen millones de pequeñas unidades de filtración llamadas glomérulos, que eliminan los desechos y el exceso de agua de la sangre, devolviendo sustancias útiles al torrente sanguíneo.

En la diabetes tipo 1, los niveles elevados y prolongados de azúcar en la sangre (hiperglucemia) dañan gradualmente estos filtros. El proceso de la nefropatía diabética es insidioso y a menudo progresa en etapas.

El inicio es asintomático, pero los riñones trabajan más (hiperfiltración) y crecen un poco. Posteriormente aparecen pequeñas cantidades de proteína (albúmina) en la orina (microalbuminuria).

Cuando el daño está establecido la proteína en la orina es mayor (macroalbuminuria) y la función renal empieza a disminuir, con posibles síntomas como edema o hinchazón. A medida que la enfermedad avanza la capacidad de los riñones para filtrar la sangre (TFG) sigue bajando hasta el punto que los riñones dejan de funcionar y se necesita diálisis o un trasplante.

La nefropatía diabética no solo afecta los riñones. Es la principal causa de enfermedad renal crónica y enfermedad renal en etapa terminal a nivel mundial, y aumenta drásticamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en personas con diabetes. Otras complicaciones incluyen anemia, problemas óseos y desequilibrios electrolíticos.

¿Qué son los biomarcadores?

Un biomarcador es una característica biológica medible y evaluable de forma objetiva que indica un proceso biológico normal, un proceso patogénico o una respuesta farmacológica a una intervención terapéutica.

Detectar el daño renal en sus fases más tempranas es fundamental. Cuanto antes se identifique el problema, antes se pueden implementar estrategias de tratamiento para frenar o incluso detener la progresión de la enfermedad. Aquí es donde los biomarcadores tempranos entran en juego.

En el contexto de la enfermedad renal, los biomarcadores tempranos buscan identificar el estrés o el daño en el riñón antes de que los marcadores tradicionales (como los niveles de creatinina en sangre o la presencia de mucha albúmina en la orina) cambien significativamente.

¿Por qué son tan importantes?

  • Permiten identificar el daño renal en sus etapas iniciales, a menudo asintomáticas, cuando las intervenciones son más efectivas.
  • Ayudan a identificar a los pacientes con mayor riesgo de progresión a la enfermedad renal en etapa terminal o de sufrir complicaciones cardiovasculares.
  • Un diagnóstico temprano y una mejor estratificación del riesgo pueden llevar a tratamientos más personalizados, lo que podría mejorar drásticamente los resultados a largo plazo para el paciente.


Biomarcadores tempranos en Nefropatía Diabética Tipo 1

Los biomarcadores tradicionales, como la microalbuminuria y la tasa de filtración glomerular estimada basada en la creatinina sérica, son herramientas clínicas esenciales. Sin embargo, tienen sus limitaciones.

La microalbuminuria, aunque temprana, a veces indica un daño que ya está bastante avanzado, y no todos los pacientes con microalbuminuria progresan. Además, existe la nefropatía diabética sin albuminuria, donde el daño renal ocurre sin que se filtren grandes cantidades de albúmina.

La creatinina y la tasa de filtración glomerular estimada solo empiezan a mostrar cambios cuando una parte significativa de la función renal ya se ha perdido.

Por ello, la investigación se ha centrado en identificar biomarcadores emergentes que puedan ofrecer una detección aún más temprana o información más detallada sobre los mecanismos de daño. Algunos de ellos incluyen:

  • Cistatina C: Una proteína que se filtra en el riñón y que a menudo se considera un indicador más sensible que la creatinina.
  • NGAL (Lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos) y KIM-1 (Molécula de lesión renal-1): Marcadores de daño tubular renal.
  • Marcadores inflamatorios: Como el TNF-α o la IL-6, que reflejan la inflamación sistémica y renal.
  • Endotelina sérica: Un biomarcador que nos ofrece una visión particular de la salud vascular y renal.
  • Endotrofina sérica: Emerge como un biomarcador prometedor para identificar a pacientes, especialmente aquellos con diabetes y otras condiciones endocrinas, que tienen un mayor riesgo de progresión de la enfermedad renal.


Endotrofina sérica, progresión renal y mortalidad endocrina

La endotrofina es un fragmento bioactivo del colágeno tipo VI, una proteína estructural importante de la matriz extracelular. Su presencia elevada en sangre se ha asociado con varios procesos patológicos:

Fibrosis y disfunción metabólica

La endotrofina está implicada en la fibrosis, la formación excesiva de tejido cicatricial. En el contexto renal, la fibrosis es un proceso clave en la progresión de la enfermedad renal crónica, ya que reemplaza el tejido renal funcional y lleva a la pérdida de la función del órgano.

También se ha vinculado con la disfunción metabólica, incluyendo la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Estos son factores de riesgo principales para el desarrollo y la progresión de la enfermedad renal diabética.

Relación con la progresión renal

Estudios han mostrado que niveles elevados de endotrofina sérica se asocian con una mayor progresión de la enfermedad renal crónica, particularmente en pacientes con diabetes. Esto sugiere que la endotrofina podría ser un indicador de la velocidad a la que el daño renal avanza.

Podría reflejar la actividad fibrogénica subyacente en el riñón, lo que contribuye al deterioro de la función renal. Su utilidad radica en que podría detectarse tempranamente, incluso antes de que los marcadores tradicionales muestren un deterioro significativo, permitiendo una intervención más temprana.

Vínculo con la mortalidad

Niveles elevados de endotrofina sérica se han asociado con un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares adversos y mortalidad en pacientes con enfermedades metabólicas (endocrinas) y renales.

En pacientes diabéticos con enfermedad renal crónica, la endotrofina sérica podría ser un predictor de un peor pronóstico a largo plazo, tanto en términos de progresión de la enfermedad renal como de mortalidad general y cardiovascular.

Endotelina-1 (ET-1) y daño renal

La endotelina-1 es un factor clave en el daño renal y en la diabetes sus niveles aumentan significativamente. Actúa estrechando los vasos sanguíneos del riñón, lo que aumenta la presión dentro de los filtros renales (glomérulos). Este exceso de presión estresa y daña estas delicadas estructuras.

Además, la ET-1 afecta directamente a las células filtradoras, comprometiendo su función y permitiendo que proteínas importantes se filtren a la orina. También estimula la proliferación de otras células renales y la producción de tejido cicatricial, lo que conduce al endurecimiento y la cicatrización de los glomérulos, un proceso conocido como glomeruloesclerosis.

Finalmente, la ET-1 fomenta la inflamación y el estrés oxidativo en los riñones, agravando el daño celular. Su interacción con otros sistemas reguladores de la presión arterial, como el Sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona (SRAA), crea un círculo vicioso que amplifica aún más el daño renal y la hipertensión.

Dado su papel fundamental en la patogénesis de la nefropatía diabética, el interés en la endotelina sérica como un biomarcador temprano es natural. La lógica es que si los niveles de ET-1 están elevados al inicio del proceso de daño, podrían señalarnos un riesgo antes de que los marcadores tradicionales lo hagan.

Aunque los estudios han demostrado consistentemente que los niveles de endotelina-1 están elevados en pacientes con diabetes y enfermedad renal crónica (tanto tipo 1 como tipo 2), y que estos niveles se correlacionan con la gravedad del daño, la evidencia directa de su papel como un biomarcador pronóstico independiente para la progresión renal y la mortalidad específicamente en la nefropatía diabética tipo 1 es más limitada y menos concluyente en comparación con marcadores más establecidos.

Otros biomarcadores de daño renal

Además de la endotrofina y la endotelina, la investigación y la práctica clínica actual se apoyan en una serie de otros biomarcadores para evaluar el daño renal en pacientes diabéticos.

Microalbuminuria

  • Ventajas: Es un método económico, fácil de medir y, a menudo, el primer signo de daño en los vasos sanguíneos pequeños del riñón (microvascular).
  • Limitaciones: No todos los que la presentan desarrollarán una enfermedad renal grave. Su resultado puede verse afectado por otros factores, y no siempre significa un daño irreversible. Además, la nefropatía diabética puede presentarse sin albuminuria en algunos casos.
  • Estado Actual: Es un marcador establecido y rutinario en la evaluación de pacientes con diabetes.


Tasa de Filtración Glomerular estimada (TFGe) – Basada en creatinina

La TFGe, calculada a partir de los niveles de creatinina en sangre, mide qué tan bien están funcionando tus riñones para filtrar la sangre.

  • Ventajas: Es una prueba rutinaria, universalmente aceptada y mide directamente la función renal.
  • Limitaciones: Solo detecta un daño significativo cuando una parte considerable de las unidades filtradoras (nefronas) ya se ha perdido. Su valor puede verse influenciado por factores como la masa muscular y la dieta.


Cistatina C

La cistatina C es una proteína producida por casi todas las células del cuerpo y se filtra libremente por los riñones.

  • Ventajas: Es más sensible que la creatinina para detectar cambios tempranos en la TFGe y su valor es menos afectado por la masa muscular, el sexo o la dieta.
  • Limitaciones: Es más costosa que la creatinina y no es tan utilizada de forma rutinaria. Aún se están realizando estudios para validar completamente su uso clínico generalizado.


NGAL, KIM-1, L-FABP (Biomarcadores urinarios de daño tubular)

Estas son proteínas que aparecen en la orina cuando hay daño en los túbulos renales, que son otras partes importantes del riñón.

  • Ventajas: Podrían indicar daño tubular específico y tienen el potencial de detectar el daño muy tempranamente.
  • Limitaciones: Actualmente, se utilizan principalmente en investigación. No son pruebas rutinarias y aún se trabaja en la estandarización de sus mediciones.


Descargo de responsabilidad

Este artículo tiene fines informativos únicamente y no debe considerarse como un consejo médico. Consulte con su médico u otro proveedor de atención médica calificado.

Referencias


Sobre el autor
El Dr. Luis Maita es redactor especializado en temas de salud. Aporta su conocimiento médico para desarrollar contenido preciso, claro y relevante, buscando informar y educar a la audiencia sobre bienestar y diversas condiciones médicas.

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