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Hiperhidrosis: ¡Descubre qué es y si tiene alguna relación con el sexo o con la infertilidad!

Hiperhidrosis: ¡Descubre qué es y si tiene alguna relación con el sexo o con la infertilidad!

Por: Dra. Ivonne Nieves

 

¿Has notado que tu sudoración es excesiva, inclusive si estás en temperaturas frías o no estás haciendo ejercicio pero sientes que te está entorpeciendo tus labores diarias?

Tener un buen estado de salud implica tener una sudoración normal, es decir, acorde a las situaciones por las que se esté pasando. Cuando ocurre un exceso de la misma, esto puede perjudicarnos y afectar todos los aspectos de la vida.

Te invito a que continúes con la lectura de este artículo, donde conocerás si la hiperhidrosis tiene relación con la fertilidad o con el sexo y cómo el tratamiento puede mejorar esta afección.

¿Por qué el cuerpo produce sudoración?

La sudoración es una respuesta corporal normal que ocurre una vez que aumenta la temperatura, sucede porque el cuerpo intenta enfriarse y el sudor al evaporarse tiene un efecto refrescante.

La sudoración tiene que ver con los siguientes procesos, de allí su importancia:

  • Hidratación de la piel
  • La defensa microbiana contra infecciones cutáneas
  • El equilibrio de sales y electrolitos
  • Eliminación de toxinas, al igual que de desechos metabólicos del cuerpo


Por todo lo anteriormente expuesto, el sudor es un recurso vital para la salud en general

¿Qué es la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis es una afección crónica de la piel que ocasiona una hiperreactividad de las glándulas sudoríparas, generando una sudoración excesiva, esto se produce cuando sudas más de lo que tu cuerpo necesita para regular tu temperatura.

¿Cuáles son los síntomas de la hiperhidrosis?

La sudoración excesiva, como también se conoce a la hiperhidrosis, puede ocasionar la acumulación de sudor en forma de manchas húmedas en la ropa, además de exceso de gotas en la piel.

De igual forma, puedes sentir ansiedad pero también angustia por cambiarte la ropa frecuentemente.

La piel puede irritarse, sufrir inflamación, infecciones, decoloración, picazón e incluso arrugas producto del exceso del sudor. Esto puede resultar asombroso, pero hasta la planta de los pies pueden descamarse por el exceso de sudoración y por no tratarlo a tiempo.

El mal olor en el cuerpo es otro síntoma característico de la hiperhidrosis, este se hace presente al entrar en contacto el sudor con las bacterias presentes en la piel.

Tipos de hiperhidrosis

La hiperhidrosis se divide en dos tipos:

Hiperhidrosis primaria: no tiene causa evidente, ni está claro por qué se desarrolla. Se cree que se debe a un problema con una parte del sistema nervioso simpático y existe la posibilidad de que influyan los genes.

Hiperhidrosis secundaria: este tipo de hiperhidrosis puede tener varios desencadenantes, entre los que se encuentran:

  • Embarazo
  • La menopausia
  • Ansiedad
  • Nivel bajo de azúcar
  • Hipertiroidismo (hiperactividad de la glándula tiroides)
  • Obesidad
  • Infecciones como la tuberculosis y el VIH
  • Enfermedad de Parkinson
  • Algunos medicamentos como antidepresivos, propanolol, pilocarpina y betanecol
  • Trastornos de las células sanguíneas o de la medula ósea como el linfoma de Hodgkin (un cáncer de los glóbulos blancos)


¿La hiperhidrosis afecta la fertilidad?

Hasta el momento, no hay evidencia científica de que la hiperhidrosis esté vinculada con problemas de fertilidad. Lo que se conoce a ciencia cierta es que la hiperhidrosis afecta principalmente a las glándulas sudoríparas y no al sistema reproductivo. Sin embargo, esta afección tiene un impacto psicológico que no debe subestimarse.

La sudoración cuando es excesiva y a diario, especialmente en situaciones sociales, puede afectar de forma negativa el bienestar emocional haciendo que se manifieste la ansiedad, baja autoestima, e incluso timidez. Al aumentar los niveles de estrés o disminuir el deseo sexual, la fertilidad puede verse afectada.

¿La hiperhidrosis secundaria tiene alguna relación con la fertilidad?

Entre la hiperhidrosis y la fertilidad no existe una relación, sin embargo, algunas alteraciones pueden desencadenar hiperhidrosis secundaria, que puede ser la causante de la incapacidad para concebir, algunas de estas afecciones son:

  • Problemas del tiroides: afectan la liberación de hormonas importantes relacionadas con la fertilidad. Si se interrumpe el ciclo menstrual, podrías tener más dificultades para concebir.
  • La etapa que antecede a la menopausia, llamada perimenopausia, puede afectar o disminuir las posibilidades de una mujer de quedar embarazada, ya que en ese momento, el ciclo menstrual se detiene para siempre y por consiguiente, su capacidad para concebir.
  • Enfermedades mal controladas como la diabetes pueden afectar la regularidad del ciclo menstrual, al igual que la posibilidad de quedar embarazada. En el caso de los hombres, esta enfermedad puede provocar niveles bajos de testosterona.
  • En general, la toma de ciertos medicamentos puede afectar un embarazo y si padeces de hiperhidrosis, su tratamiento no es la excepción.


¿La hiperhidrosis puede afectar el sexo?

La respuesta a esta pregunta es “Si”, el sexo es una actividad física que genera excitación y sudoración extrema. Tu vida sexual puede verse afectada por lo que se conoce como hiperhidrosis sexual, una sudoración excesiva puede influir en la concentración durante la relación sexual.

El exceso de sudor durante el sexo puede resultar incómodo, tu pareja puede confundir el exceso de sudor con reacciones corporales normales. La hiperhidrosis puede afectar tu autoestima y distraerte durante la relación sexual, esto afecta tu desenvolvimiento con tu pareja, afectando tu relación.

Los efectos sexuales de la hiperhidrosis son:

  • Baja autoestima: provoca miedo a lo desconocido durante las experiencias sexuales
  • Disminución o falta de concentración en el momento de intimar con tu pareja


Afortunadamente, la hiperhidrosis se puede controlar de la mano de especialistas en el área como son los dermatólogos.

Cómo se hace el diagnostico de hiperhidrosis

Si sufres de sudoración excesiva, debes ser evaluado por un médico especialista en dermatología esto lo hará por medio de una evaluación de los síntomas que presentas. Los criterios que se toman en cuenta para hacer el diagnóstico son:

  • Sudoración excesiva en las axilas, espalda baja, manos, pies y cabeza durante al menos seis meses.
  • Sudoración en ambos lados del cuerpo que afecta la actividad diaria
  • Antecedentes familiares de hiperhidrosis
  • Menor de 25 años


Tratamiento de la hiperhidrosis

La hiperhidrosis no debe ser motivo de preocupación pues tiene tratamiento. Si sospechas que la padeces, lo primero que debes hacer es consultar con un médico; él será el indicado para hacer el diagnóstico e iniciar el tratamiento a seguir de acuerdo a los síntomas que presentes.

Entre los tratamientos recomendados por los médicos, se destacan:

Antitranspirantes tópicos: estos se encargan de controlar los síntomas de leves a moderados de la hiperhidrosis, esto lo hace bloqueando la actividad de las glándulas sudoríparas. Estos productos no tienen un efecto permanente y pueden causar irritación en la piel a nivel de la axila.

Iontoforesis: este procedimiento está indicado en la hiperhidrosis palmar y plantar, no es invasivo, consiste en colocar tanto las manos como los pies en una bandeja con agua y se hace pasar una corriente eléctrica suave durante 20 o 30 minutos.

No se recomienda en embarazadas, personas que padezcan de epilepsia, cardiopatías o marcapasos, tampoco para quienes tengan implantes metálicos.

Inyecciones de toxina botulínica: esta inyección funciona bloqueando temporalmente los neurotransmisores que estimulan la sudoración, esto se coloca en la zona afectada como manos, planta de los pies, axilas y el rostro. El efecto de esta inyección dura entre 6 y 8 meses.

Anticolinérgicos tópicos y orales: se pueden utilizar estos medicamentos para regular la sudoración, así como evitar la estimulación de las glándulas sudoríparas. Los medicamentos orales son utilizados para tratar la hiperhidrosis generalizada o en casos graves de hiperhidrosis primaria. Estos medicamentos pueden tener como efecto secundario sequedad bucal, eritema o enrojecimiento de la zona y ardor.

Láser: se utiliza en casos de hiperhidrosis axilar para dejar inactivas las glándulas sudoríparas. Estas se deben extraer de la axila usando una sonda de succión a través de la piel de esta área.

Tratamientos quirúrgicos: estos son utilizados en los casos donde los tratamientos anteriores no han dado buenos resultados, entre estos procedimientos se encuentran:

La extirpación de las glándulas sudoríparas: se realiza de forma radical; es una solución permanente en casos de sudoración excesiva. Consiste en eliminar o destruir las glándulas sudoríparas. Este procedimiento se realiza con anestesia local y de manera ambulatoria sin riesgos para el paciente.

Simpatectomía: este procedimiento consiste en cortar los nervios que comunican con las glándulas sudoríparas impidiendo que las señales lleguen y las activen. Esta cirugía está indicada en los casos donde los tratamientos anteriormente señalados no han tenido resultado.

¿En cuánto tiempo puedo ver los resultados?

Dependiendo del tipo de hiperhidrosis, los resultados del tratamiento pueden verse rápidamente después de haberlo terminado. No obstante, en algunos casos pueden pasar algunas semanas o meses antes de que puedas ver alguna mejoría. En este sentido, el tipo de tratamiento utilizado puede interferir en esta situación.

Advertencia: Si sospechas que padeces de hiperhidrosis por los síntomas que presentas, no te automediques. Acude con tu médico dermatólogo de confianza, él te indicará qué tratamiento seguir de acuerdo a la sintomatología que presentas.

Descargo de responsabilidad

Este artículo tiene fines informativos únicamente y no debe considerarse como un consejo médico. Consulte con su médico u otro proveedor de atención médica calificado.

Referencias

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  • Del Boz, J. (2015). Tratamiento sistémico de la hiperhidrosis. Actas Dermo-Sifiliográficas, 106(4), 271-277.

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  • Maillard, H., & Dumont, P. (2018). Hiperhidrosis. EMC-Dermatología, 52(4), 1-8.

  • Ramos, R., Moya, J., Pérez, J., Villalonga, R., Morera, R., Pujol, R., & Ferrer, G. (2003). Hiperhidrosis primaria: estudio prospectivo de 338 pacientes. Medicina clínica, 121(6), 201-203.


Sobre la autora
Dra. Ivonne Nieves, Médico Cirujano. Especialista en Medicina Ocupacional, Gerencia de Salud, Medicina Natural y Alternativa.

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