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Día Mundial del Cerebro: Tu Bien Más Preciado

Redacción por: Equipo de Salud GO

Cada 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, promovido por la Federación Mundial de Neurología (WFN). Esta fecha busca sensibilizar sobre la importancia de cuidar el cerebro, un órgano que define nuestra identidad, controla nuestras funciones vitales y es el asiento de la memoria, la creatividad y la emoción. Sin embargo, su cuidado sigue siendo relegado en muchas partes del mundo. En Puerto Rico, donde las enfermedades neurodegenerativas, los ACV y los problemas de salud mental han ido en aumento en las últimas décadas, esta fecha nos recuerda la urgencia de educar, investigar y fortalecer los sistemas de apoyo para garantizar la salud cerebral de toda la población, desde la niñez hasta la vejez.

¿Por qué dedicar un día al cerebro?

El cerebro es el órgano más complejo y fascinante del cuerpo humano. Consta de aproximadamente 86 mil millones de neuronas interconectadas que permiten funciones tan básicas como respirar o moverse, y tan sofisticadas como crear arte, resolver ecuaciones o experimentar amor. Controla nuestros pensamientos, emociones, lenguaje, memoria, conducta y sentido de identidad. Sin embargo, a pesar de su relevancia, su cuidado a menudo es ignorado hasta que surge una enfermedad.

El Día Mundial del Cerebro busca visibilizar enfermedades neurológicas como el Alzheimer, el Parkinson, la epilepsia, la esclerosis múltiple, los accidentes cerebrovasculares y los trastornos del neurodesarrollo. Además, aboga por mejorar el acceso a tratamientos neurológicos, reducir el estigma que rodea a muchas de estas condiciones, y fomentar tanto la investigación como la prevención desde una edad temprana.

Cada año, esta conmemoración gira en torno a un tema específico. En ediciones anteriores se han tratado tópicos como la salud cerebral durante la pandemia de COVID-19, la importancia del sueño para la función cognitiva, o la prevención de enfermedades neurológicas en todas las etapas de la vida. En 2024, el tema central es la “Salud cerebral para todos”, haciendo énfasis en la equidad en el acceso a cuidados neurológicos.

Enfermedades neurológicas: una carga creciente

Las enfermedades neurológicas representan una de las principales causas de discapacidad y muerte a nivel global. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en el mundo viven con algún tipo de trastorno neurológico, y cada año mueren más de 9 millones por esta causa.

En Puerto Rico, aunque las estadísticas son limitadas, se estima que decenas de miles de personas conviven con condiciones neurológicas crónicas. El Alzheimer, por ejemplo, afecta a una población creciente de adultos mayores. Se calcula que para el 2050, más de 100,000 personas en la isla podrían padecer esta enfermedad, lo que representa un desafío significativo para el sistema de salud, los cuidadores familiares y las políticas públicas.

También preocupan los accidentes cerebrovasculares (ACV), causados por la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, ya sea por un coágulo (isquémico) o una hemorragia. En Puerto Rico, los ACV están entre las principales causas de muerte. Factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes tipo 2, el colesterol elevado, el tabaquismo y el sedentarismo —altamente prevalentes en la población puertorriqueña— aumentan considerablemente el riesgo.

A esto se suman condiciones como la epilepsia, que afecta a niños, adolescentes y adultos; la migraña crónica, que limita la productividad y calidad de vida; y enfermedades desmielinizantes como la esclerosis múltiple, cuyo diagnóstico suele impactar a adultos jóvenes.

Salud mental y bienestar cerebral: dos caras de la misma moneda

La salud cerebral no se limita a la ausencia de enfermedades neurológicas estructurales. También implica el bienestar emocional, psicológico y cognitivo. Trastornos como la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno bipolar, aunque a menudo clasificados como problemas de salud mental, tienen correlatos neurológicos evidentes, y afectan directamente el funcionamiento del cerebro.

En Puerto Rico, tras los huracanes Irma y María, los terremotos del sur y la pandemia de COVID-19, se ha reportado un aumento en los niveles de ansiedad, insomnio, ideación suicida y otros problemas de salud mental. Las secuelas de estos eventos siguen afectando a comunidades enteras, especialmente en las zonas más vulnerables. Aunque existen programas comunitarios y profesionales comprometidos, aún hay grandes brechas en acceso, cobertura y seguimiento de los pacientes.

La salud mental no puede estar ausente de una conversación integral sobre el cerebro. Como indica la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el bienestar emocional es indispensable para el funcionamiento cognitivo y la capacidad de afrontar los desafíos cotidianos.

Cómo cuidar tu cerebro en el día a día: las tareas que debes llevar a cabo

Proteger la salud cerebral no es una tarea inalcanzable. Requiere, sí, compromiso diario y conciencia, pero se basa en hábitos simples con impacto comprobado. Estas son algunas estrategias respaldadas por la evidencia científica:

  • Alimentación neuroprotectora:  Adoptar una dieta como la mediterránea, rica en vegetales, frutas, aceite de oliva, pescado azul, nueces y legumbres, se ha vinculado a una menor incidencia de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas.
  • Actividad física regular:  Caminar, nadar, bailar o practicar yoga no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también favorece la liberación de factores neurotróficos que estimulan la neurogénesis y la plasticidad cerebral.
  • Sueño reparador:  Dormir entre 7 y 9 horas por noche es esencial para consolidar recuerdos, procesar emociones y eliminar toxinas cerebrales como la proteína beta-amiloide, asociada al Alzheimer.
  • Evitar sustancias nocivas:  El alcohol en exceso y el tabaco afectan negativamente la estructura y función del cerebro, además de aumentar el riesgo de enfermedades neurovasculares y neurodegenerativas.
  • Estimulación cognitiva:  Leer, jugar ajedrez, aprender un idioma, tocar un instrumento o explorar nuevas habilidades retan al cerebro, fortaleciendo conexiones neuronales.
  • Salud emocional:  Mantener redes de apoyo social, expresar las emociones y buscar ayuda psicológica cuando sea necesario es clave para un cerebro resiliente.
  • Prevención de lesiones:  Usar cascos al montar bicicleta o practicar deportes de contacto, y adoptar medidas de seguridad en el hogar y el trabajo, puede prevenir traumatismos craneales, una causa frecuente de discapacidad neurológica.
  • Control de enfermedades crónicas:  Una diabetes mal controlada o una hipertensión sostenida en el tiempo deterioran silenciosamente los vasos sanguíneos cerebrales, favoreciendo la aparición de demencia vascular.

Puerto Rico y el desafío de proteger el cerebro

En la isla, distintas organizaciones y profesionales trabajan activamente para promover la salud cerebral. La Sociedad Puertorriqueña de Neurología impulsa eventos de concienciación y congresos médicos. Fundaciones como la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico, Fundación de Esclerosis Múltiple y Epilepsia PR ofrecen recursos educativos, grupos de apoyo y asistencia directa a pacientes y familias.

A nivel académico, el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico lidera proyectos de investigación clínica, mientras que instituciones como Ponce Health Sciences University están formando una nueva generación de neurólogos, psiquiatras y neurocientíficos.

No obstante, el acceso a servicios sigue siendo desigual. En municipios alejados de las áreas metropolitanas, muchas veces hay falta de especialistas, recursos diagnósticos o programas de rehabilitación. Abogar por una red de salud neurológica accesible, integradora y continua es clave para enfrentar el reto que supone una población que envejece.

Avances científicos esperanzadores

La neurociencia vive una época de transformación. En la actualidad, se investiga el uso de biomarcadores para detectar el Alzheimer incluso antes de que aparezcan síntomas, lo que abre la puerta a intervenciones tempranas más efectivas.

La inteligencia artificial y el aprendizaje automático se están aplicando al análisis de imágenes cerebrales, mejorando el diagnóstico de enfermedades como la epilepsia o los tumores cerebrales. Asimismo, se están desarrollando terapias génicas para tratar condiciones raras como las leucodistrofias, y se exploran implantes cerebrales para restaurar funciones perdidas en pacientes con parálisis.

En Puerto Rico, hay participación activa en ensayos clínicos relacionados con neurociencias, incluyendo investigaciones sobre neurodesarrollo, envejecimiento saludable, y el impacto del estilo de vida en la función cognitiva.

El futuro: una mirada colectiva

Celebrar el Día Mundial del Cerebro es también reconocer la necesidad de una acción conjunta y sostenida. Los gobiernos deben invertir en programas de salud pública, investigación y educación sobre salud cerebral desde las escuelas. Los profesionales de la salud, desde neurólogos hasta psicólogos, tienen un rol clave en detectar tempranamente los problemas y brindar atención integral. Los investigadores deben continuar explorando nuevas fronteras en neurociencia, desde la detección precoz hasta tratamientos innovadores que mejoren la calidad de vida de los pacientes.

Los medios de comunicación también juegan un papel esencial al difundir información veraz, sensibilizar a la población y ayudar a combatir el estigma que todavía rodea a muchas enfermedades neurológicas. Las organizaciones comunitarias pueden crear redes de apoyo que ofrezcan recursos, acompañamiento y educación a familias y cuidadores. Finalmente, cada uno de nosotros puede comprometerse con su propia salud cerebral: adoptar hábitos saludables, apoyar las iniciativas de concienciación y alzar la voz por un sistema de salud más accesible y justo.

Cuidar del cerebro es, en esencia, cuidar de lo que nos hace humanos: nuestras memorias, nuestras emociones, nuestra capacidad de amar, aprender y crear. Es una invitación a construir una sociedad más empática, resiliente y consciente del valor de lo más precioso que poseemos.

Fuentes:

  • Federación Mundial de Neurología (WFN) – wfneurology.org
  • Organización Mundial de la Salud (OMS) – who.int
  • Organización Panamericana de la Salud (OPS) – paho.org
  • Sociedad Puertorriqueña de Neurología
  • Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico

Descargo de responsabilidad: Este artículo tiene fines informativos únicamente y no debe considerarse como un consejo médico. Consulte con su médico u otro proveedor de atención médica calificado.